EDUCACIÓN EMOCIONAL
LAS NEURONAS ESPEJO: EL ESTADO DE ÁNIMO
La Psicología Positiva nos ofrece dos lecciones fundamentales:
• el estado de ánimo se decide
• el estado de ánimo se transmite
EL ESTADO DE ÁNIMO SE DECIDE
La esencia de la grandeza radica en la capacidad de optar por la propia
realización personal en circunstancias en que otras personas optan por la
locura (Wayne Dyer)
Cada día (a cada momento) decides cómo vas a estar, cómo vas a enfrentarte a las situaciones que (muchas veces de forma irremediable) te van a tocar vivir.
El hecho de que asumas que las circunstancias no deciden tus emociones sino que eres tú quien decide (muchas veces de modo inconsciente) cómo enfrentarte a ellas en base a tu percepción, tus experiencias previas, etc. es lo que se conoce como LOCUS DE CONTROL INTERNO. El Locus de Control Externo sería el que mantiene aquella persona que cree que la “culpa” de lo que le pasa la tienen los demás, la mala suerte, la vida…
EL ESTADO DE ÁNIMO SE TRANSMITE
Si bien la primera lección está relacionada con las aptitudes más personales (autoestima, autocontrol y motivación), el concepto de la transmisión del estado de ánimo está relacionado directamente con la empatía y las habilidades sociales.
¿Has visto alguna vez a alguien dando de comer a un bebé? Es frecuente que abramos la boca a la misma vez que lo hace el bebé
¿Se te ha “contagiado” alguna vez un bostezo?
Pues debes de saber que estas conductas de “imitación involuntaria” se deben a unas neuronas que se encuentran localizadas en la circunvolución frontal inferior y en el lóbulo parietal conocidas como NEURONAS ESPEJO
El descubrimiento de este tipo de neuronas en 1990 fue, como tantas veces en ciencia, casual.
De esta manera, cuando vemos una acción determinada (por ejemplo, vemos a alguien cayéndose) se activan las neuronas espejo de la misma forma en la que se activarían si nos estuviéramos cayendo nosotros. Seguro que lo has experimentado. Ves a alguien tropezar y te da “un vuelco el corazón”. Esta respuesta es exactamente la misma respuesta de “estrés” que hubieras sentido si te hubieras tropezado tú.
Si te tropiezas tú, tu cuerpo se prepara para caer: los músculos se tensan, el corazón late más rápido para bombear más sangre a las zonas de peligro. Es curioso, pero ocurre exactamente igual en tu cuerpo, si ves a una persona tropezar. La respuesta será más intensa cuanto más unido emocionalmente estés a esa persona. No es lo mismo ver tropezar a un desconocido por la calle que ver que tu hijo o tu padre tropieza.
Si estamos cerca de una persona con una emoción determinada captaremos, muchas veces a nivel inconsciente, su lenguaje no verbal que será reflejado por nuestras neuronas espejo, haciendo que nuestro cerebro se active sintiendo la misma emoción que la otra persona.
Las neuronas espejo están detrás de la comprensión (muchas veces inconsciente) del lenguaje no verbal de los demás, las conductas de imitación (y por tanto el aprendizaje), las emociones que sentimos al ver una película o leer un libro, la empatía, el comportamiento prosocial, etc.
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